Un «nuevo programa de doctorado en Enfermería», en colaboración «con la Universidad de Coímbra (UC)», que está «previsto» que «comience el próximo curso académico», aunque todavía está siendo evaluado por la Agencia de Evaluación y Acreditación de la Enseñanza Superior (AEES), y la constitución, en consorcio también con la UC, de «una academia de formación interprofesional de posgrado en salud», son dos grandes iniciativas de un «trabajo global de desarrollo» en marcha en la Escuela Superior de Enfermería de Coímbra (ESEnfC).
Así lo anunció en el Día de la Escuela (17 de marzo) la presidenta de la ESEnfC, Aida Cruz Mendes, para quien «la cualificación de los enfermeros con un doctorado en Enfermería es fundamental para el desarrollo de la disciplina y de la autonomía profesional».
La dirigente señaló que si bien la ESEnfC, con «el 80 % de sus docentes doctorados (el 60 % de ellos en Enfermería)», se posiciona por encima de la media de los centros del país (según ella, el 63 % del profesorado de Enfermería de los centros públicos es doctor y más del 50 % de ellos son doctores en Enfermería), «este nivel de cualificación debería incrementarse para garantizar la continuidad de la calidad de los procesos formativos y la investigación en Enfermería».
También, con respecto a la «formación de posgrado que no otorga titulación universitaria», la presidenta de la ESEnfC dijo que «es sumamente importante que esto deje de verse como una responsabilidad individual».
Contundente, Aida Cruz Mendes afirma que «la desinversión de la sanidad en la formación especializada y de posgrado de los enfermeros es condenable por los efectos nefastos que puede tener en la calidad de los cuidados», que solo se minimiza «porque muchos enfermeros, sabiendo que esta formación es esencial para su desarrollo y para la calidad de su práctica profesional, la llevan a cabo incluso en ausencia de apoyo formal e institucionalizado».
Problemas de aprendizaje en el ámbito clínico
En cuanto a la formación de grado (licenciatura), la presidenta de la ESEnfC no fue menos exigente, al afirmar que, para «garantizar una alta calidad de la enseñanza de la enfermería», entre otros aspectos importantes, «es imprescindible asegurar las condiciones de aprendizaje en un entorno clínico, protegido por la supervisión de enfermeros fundamentalmente especializados y dedicados a esta función». Una realidad que «no es nueva», pero que, según Aida Mendes, «se hizo más visible en tiempos de pandemia».
La responsable de la ESEnfC se refirió incluso a la «directiva comunitaria que regula la formación en enfermería» para decir que «no ha acompañado la evolución de la educación posBolonia» y que «es urgente actualizarla de acuerdo con las nuevas realidades de la enseñanza» de la profesión.
«La formulación de las condiciones de reconocimiento de la formación enfermera es equívoca y anticuada, y constituye hoy una barrera para la evolución de la formación enfermera y su calidad», analizó la presidenta de la institución, quien, además, afirmó que «la Escuela estará disponible», dentro de sus competencias, para «contribuir a la formulación de propuestas y su justificación», en el ámbito de un proceso de «revisión de la directiva, [que] es una iniciativa de los gobiernos que conforman la Unión Europea».
Sustituir (parcialmente) la realidad por la simulación
«Revisando la directiva o permitiendo una lectura no literal de sus términos y poniéndola en perspectiva con la evolución del conocimiento y la didáctica de la enseñanza de la enfermería se puede aumentar el aprendizaje en la simulación clínica», lo que puede «sustituir ventajosamente parte del tiempo que tradicionalmente se dedicaba al aprendizaje en un entorno clínico real», aclara la profesora Aida Mendes.
«En la actualidad, el cumplimiento de la directiva comunitaria exige que una parte importante de la enseñanza de la enfermería se realice en un entorno extraescolar —alrededor de la mitad del programa curricular, en unidades sanitarias o comunitarias colaboradoras—, lo que, en situaciones de pandemia, como las que estamos viviendo, ha puesto de manifiesto las dificultades de los centros educativos para garantizar la calidad de las condiciones de enseñanza en un entorno externo, de colaboración, tantas veces dependiente de la buena voluntad o de las relaciones personales más que institucionales», continuó la dirigente.
De acuerdo con Aida Cruz Mendes, «cada vez más, este tipo de aprendizaje queda reservado a un tipo de relación individualizada, lo que obligará a repensar el modelo de organización de la enseñanza clínica, su peso en el cómputo total de la formación e insistir en la necesidad de ampliar e incluir los centros académicos clínicos en las escuelas de enfermería».
Integración de la Escuela en la enseñanza universitaria
La presidenta del Consejo General de la ESEnfC, Catarina Resende de Oliveira, también mencionó que hay que saber «aprovechar» las perspectivas que se abren para el área de la salud, como «la creación del Centro Académico Clínico de Coímbra, que ofrece el entorno adecuado para crear sinergias y rentabilizar recursos y oportunidades a nivel de los tres pilares, la docencia, la investigación y la asistencia sanitaria, y donde esperamos encontrar un lugar para la Escuela Superior de Enfermería de Coímbra».
Otra perspectiva que, en opinión de la profesora catedrática jubilada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Coímbra, puede ser «diferenciadora» para la actividad de la ESEnfC pasa por «integrar la Escuela en la docencia universitaria» y crear condiciones para «desarrollar procesos de aprendizaje interprofesional» y para «la práctica del trabajo en equipo de especial relevancia para encontrar respuestas en la salud».
Y, por último, «mantener la calidad y la ambición de alcanzar la excelencia que la Escuela busca para la formación de sus estudiantes, las condiciones de trabajo y el logro de sus profesores e investigadores, en la satisfacción de sus empleados», señaló Catarina Resende de Oliveira, que preside la Agencia de Investigación Clínica e Innovación Biomédica (AICIB).
Beatriz Pinto, presidenta de la Asociación de Estudiantes de la ESEnfC, alabó la calidad de la formación académica y deseó que «la escuela, heredera de la formación de enfermería más antigua del país», mantenga «la proximidad con la comunidad estudiantil como base de la institución».
Otros momentos de la ceremonia del Día de la ESEnfC fueron el habitual homenaje al personal docente y no docente que ha cumplido 25 años de servicio, así como al personal recientemente jubilado, y la entrega de becas al mérito académico a los estudiantes, en el ámbito del Premio Marta Lima Basto, un homenaje a la primera enfermera portuguesa que obtuvo el título de doctora, en 1995.
[2022-03-31]